Época: Mesoamérica
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1000

Antecedente:
El Clásico en Veracruz



Comentario

La escritura jeroglífica zapoteca, las tumbas reales y la arquitectura monumental señalan la existencia de una nobleza hereditaria. Las funciones públicas del grupo dirigente estuvieron sancionadas por el ritual; de manera que esta aristocracia hereditaria tuvo, como en buena medida ocurría entre los mayas de las tierras bajas, un carácter teocrático. Esta misma característica puede encontrarse en Teotihuacan, si bien aquí se desarrolló un estado más centralizado que los zapotecos y los mayas.
Una amplia cantidad de actividades artesanales indica la existencia de segmentos sociales intermedios, máxime cuando algunos de ellos realizaron sus trabajos a tiempo completo. Las áreas de trabajo de ceramistas, lapidarios y trabajadores de concha nos muestran un amplio espectro de artesanos que constituyeron entre el 10 y el 15% de los residentes urbanos, aunque también estuvieron implicados en trabajos campesinos. Los individuos que fabricaron la cerámica gris pulida o los vasos de tecalli (travertina) parecen más especializados y tal vez ocuparon un nivel más significativo en la sociedad zapoteca. El otro segmento de población, compuesto por la gente común, vivió en chozas de adobe y se enterró en simples pozos debajo de los suelos de sus habitaciones.

Los murales y las urnas funerarias han permitido identificar 39 dioses, la mayoría con nombres calendáricos. Once de ellos fueron de naturaleza femenina y la mayoría se agrupó en conjuntos de carácter funcional. Por ejemplo, el complejo del dios de la lluvia y de la luz diurna entre los que destaca Cocijo; el conjunto del dios del maíz, Pitao Cozabi; el dios supremo, creador del orden cósmico y del universo, Pije Tao; dioses serpientes que incluyen a Quetzalcoatl, Xipe Totec y otros.